En mi pueblo se puede ver un cartel que anuncia que construirán la web de tu negocio por 30 euros. Para un pequeño negocio es tentador: por muy poquito dinero, estarás presente en Internet. Voy a intentar explicar por qué adquirir ese producto es mala idea.
Si yo te ofreciera una furgoneta nueva para tu negocio por 200 euros ¿No te parecería demasiado barata? ¿la comprarías sin sospechar? ¡Color a elegir!
Nada es gratis, ni extremadamente barato. Cuando un producto o servicio es muy barato, desconfío. Alguien está perdiendo dinero y no me gusta la idea de que pueda ser yo.
Como consumidor, me interesa que alguien que me vende un producto o me presta un servicio, esté realizando un negocio rentable cuando hago un trato con él. Que obtenga un beneficio, bien sea económico o de otro tipo, que le merezca la pena cerrar el negocio conmigo (o con otros tantos, además de mí) y ganarse la vida así.
Pónle precio a una hora de tu trabajo. ¿Ya? ¿Ha tenido en cuenta que tiene que pagar autónomos, IVA, impuestos …? Yo te diré que para tener un sueldo mileurista necesitas ganar unos 20 euros a la hora. La persona que le vende una web por 30 euros te va a dedicar a tu negocio una hora y media (como mucho) y en ese tiempo hará las siguientes tareas:
- Te enseñará otros trabajos para que te hagas una idea de cómo quedará tu página.
- Hablará contigo sobre tu negocio, qué haces en él, qué quieres poner en la página web.
- Te mostrará varias plantillas que harán de tu sitio web «un sitio web más». Escogerás el aspecto de la web, una entre un catálogo cerrado, y tu página será igual que otras 100 páginas más, todas iguales porque usan la misma plantilla, de las cuales 10 son tu competencia. Quizás puedas cambiar algún color.
- Te ayudará a elegir un dominio (eso que empieza por www. y acaba por .com)
- Lo registrará y lo configurará para que lo encuentres cuando lo escribas en el navegador.
- Corregirá los textos que le envíes por email, para colgarlos en la web y colocará las fotos que también le enviarás.
- Enviará los ficheros, ya editados al servidor.
- Registará la página para que la encuentre Google, y entonces, ya podrán «buscarte en internet».
- Confeccionará y emitirá una factura de 30 euros.
Ya está, ya tienes una página web de 30 euros. Voy a enseñarte algunos ejemplos.
Es un taller de mantenimiento de automóviles en Barreda. Es una plantilla de taller con fotos de catálogo. Ni los mecánicos ni el taller que presenta la página es el sitio real. Si buscas en Google «cambio de aceite y filtros barreda» no aparece en las dos primeras páginas de resultados. Conclusión: esta página no existe. Como si no la hubieras hecho. La web deja mucho que desear, pero os recomiendo el servicio que ofrece Gonzalo en lo que sí es su negocio, el mantenimiento del automóvil.
Es una web de un hotel rural. Un negocio con muchísima competencia. Y ni el dominio, ni el título de la página ni la descripción incluyen la palabra hotel. O sea que si buscas «Hotel Rural» esta página no la vas a encontrar. Y con la pila de competencia que hay en este sector, pues nada, una web muerta. A decir verdad, este tipo de negocio funcionan mucho a través de compiladores de hoteles (trivago, toprural, etc) pero tener una web que se pueda encontrar, me parece básico. Me gusta mucho más la de La Hondonada que nos ofrece en primera página el formulario para solicitar visita.
Tener una web puede servirte para establecer un mecanismo de comunicación (publicar información, pero también recibir información), prestar un servicio añadido o establecer un punto de venta. Para tener tu email y tu teléfono, para eso hay formas mejores que hacer una web de 30 euros. Si vas a hacer una web para tu negocio déjate asesorar por buenos profesionales y no pierdas el dinero en productos como éstos que en realidad, no te van a dar ningún servicio.