La mayoría de las personas a las que asesoro «no tiene ni idea de Internet ni de páginas web», utilizando sus propias palabras. Las necesidades de cada cliente son distintas y cambian con el tiempo, es normal encontrarse perdido en algún momento.
En este artículo voy a indicar qué necesitas saber sobre tu negocio – o tu proyecto – que vas a tener que contarle al profesional web que te haga la página.
Escribe lo que quieres en tu web
Escribir las cosas te ayudará a reflexionar. El efecto es mayor aún si escribes a mano. Escribe en un papel lo siguiente:
- Describe qué es para tí tu empresa o proyecto. Usa un sólo párrafo con dos o tres frases.
- Escribe qué ofreces a los clientes y pon énfasis en las cosas que te diferencian de tus competidores, lo que aportas de especial
¿Tienes claro para qué quieres la web? Reflexiona sobre estas ideas que te indico y escribe aquellas que se aproximen más a lo que esperas cuando piensas en «tener una web».
- «Para estar en Internet». Muchos clientes solo saben que quieren «estar» en Internet. Lo que desean es tener una forma de enseñar sus productos con detalle; o de ofrecer una vía de contacto a clientes y proveedores, como una línea de teléfono. Informar de nuestra dirección y otras formas de contacto.
- «Conseguir más clientes». Quizás sea la razón principal por la que se encargan las webs, y también por la que hay que actualizarlas en algún momento.
- «Vender mis productos». A lo mejor lo que necesitas es un canal de venta para tu negocio, una tienda.
- «Mantener el contacto con mis clientes». Como un servicio de postventa o dando valor añadido a tus servicios.
- «Ganar dinero con publicidad»
- «Informar sobre novedades del negocio»
Piensa cómo va a funcionar
- Añadir o modificar contenidos. Si bien no es estrictamente necesario, la inmensa mayoría de los clientes necesitarán o desearán modificar los contenidos de la web. Estos contenidos serán textos, fotografías y vídeos.
- Si tus clientes – o usuarios – deben «conectarse» a la web para utilizar todos o parte de los servicios.
- Si los usuarios que se conectan deben «pagar» para utilizar dicho servicio. Si dicho pago es «una sola vez» o se prevén pagos con cierta frecuencia.
- Qué datos voy a necesitar de los usuarios. Algunos ejemplos: su email, nombre y apellidos, teléfono, dirección postal, su talla de ropa, de calzado, etc…
- Si las compras serán de un solo producto (un coche, una estancia de hotel) o de varios productos (ropa, material deportivo, o de oficina).
- Si los productos pueden ser «complementados» (llantas de aluminio, cena romántica).
- Si vas a enviar correos con novedades – newsletters.
Diseño
Para empezar, si no tienes ni idea de lo que quieres, busca en Internet negocios como el tuyo – o a tus propios competidores. Observa sus webs, qué ofrecen y cómo lo ofrecen. Haz caso a los profesionales que consultes sobre novedades y tendencias.
Temas que tendrás en cuenta:
- Dominio. Tu dirección de Internet www.tudireccióndeinternet.com. Los profesionales podrán asesorarte sobre el dominio que debes elegir para conseguir tus objetivos.
- Cómo mostrarás los contenidos: habrá contenidos «fijos» como una página de contacto, una página sobre las personas de la empresa, etc. Otros contenidos se irán añadiendo con cierta frecuencia como novedades, avisos o notas de prensa.
- Si tu empresa tiene una guía de estilos – colores, fuentes, logos – que se repite en vuestra papelería, anuncios, etc. deberías indicarlo desde el primer momento.
- Algunos ejemplos de webs que te gusten, indicando qué aspectos te gustaría imitar: el menú de unaweb.com, las presentación de otraweb.es, el formulario de contacto de otramas.com y la publicidad como en laultima.com.
Mantenimiento de contenidos y redes sociales
- Si vas a tener presencia en redes sociales.
- Qué redes sociales ¿Facebook? ¿Twitter? ¿Instagram? ¿Pinterest?
- Cómo lo quieres hacer y quién se va a encargar de ello.
- Quién va a redactar los nuevos contenidos.
Y todo esto es para «empezar a hablar».
¿Se me olvida algo? ¿Alguna duda? ¿No estás de acuerdo? Deja un comentario.